Beneficios de las terapias con perros para las personas mayores

Varios estudios de los últimos 30 años han demostrado que la presencia de una mascota puede ser beneficiosa en muchos aspectos de la persona. La terapia asistida con animales persigue un objetivo curativo y utiliza el vínculo persona-animal como parte integral del proceso de tratamiento.

Cada vez son más los colectivos que reciben este tipo de terapias, y se ha demostrado que con la gente mayor que vive en una residencia consiguen unos claros beneficios emocionales.
Generalmente estas personas sufren algún problema de salud o dificultades a nivel social, ya que a menudo no se sienten queridas y les cuesta comunicarse con otras personas. El contacto con perros, por ejemplo, los ayuda a mejorar la salud global aportando beneficios psicológicos y físicos.

Los objetivos principales de la realización de terapias con perros son:

  • Fomentar la actividad física.
  • Trabajar la estimulación cognitiva y sensorial.
  • Favorecer la expresión de emociones y paliar el sentimiento de soledad.
  • Reforzar la comunicación afectiva y lúdica.
  • Promover el tiempo de ocio, el uso de la conversación y la activación de la memoria.

Beneficios de las intervenciones asistidas con perros para las personas mayores

Son muchos los beneficios que obtienen las personas mayores en residencias que participan del trabajo terapéutico con perros:

  • Mejora de la autoestima: los perros demuestran su afecto sin importar la edad, la salud o la personalidad de la persona ayudando a paliar el sentimiento de soledad.
  • Mejora del estado de ánimo: cuando se hace este tipo de terapia se observan mejoras notables en el estado de ánimo de las personas de la tercera edad que viven en una residencia.
  • Atracción del interés: los movimientos y el juego del perro atraen la atención y despiertan el interés de la persona mayor.
  • Reducción del estrés y disminución de la presión arterial: las personas que viven en una residencia a menudo echan de menos el contacto cariñoso. El contacto físico con el animal: acariciar, tocar o abrazar, ayuda a reducir el estrés y disminuir la presión arterial.
  • Estimulación de la mente: una mascota atrae la atención y proporciona estimulación mental a través de los sentidos de la vista, el tacto, el olfato y el oído.
  • Activación de la memoria: tener contacto con una mascota puede traer recuerdos de viejos tiempos, y esto activa la memoria de las personas mayores.
  • Fomento de la actividad física: el contacto con un perro es una oportunidad para poder jugar y mostrar las habilidades físicas de la persona mayor pasando un rato divertido.
  • Estimulación social: los perros han demostrado en varias ocasiones que facilitan el contacto social y esto puede ser útil para las personas mayores que viven en una residencia o que viven solas, mejorando también la relación con el personal sanitario / monitores del Centro.
  • Fomento del buen humor: un perro siempre hará algo extraña o divertida y provocará la risa en aquellas personas que hace tiempo que no sonrisas ayudando así a superar la depresión.
  • Menos medicación: los animales de compañía están considerados como una medicina preventiva. Su cuidado y el afecto hacia ellos promueven la salud y prolongan la vida.
  • Aumento del sentimiento de responsabilidad: la terapia con perros da la oportunidad de responsabilizarse de un trabajo propio.